Creo que pocas veces nos paramos a pensar y nos preguntamos ¿Quién quiero ser?, todos desde que nacemos e incluso antes de nacer, contamos con unas expectativas por alguien, algo tan simple como que tu padre él quiera que el día de mañana seas medico y pasados los años puede llegar a generar cierta decepción, pero no suya, tuya misma que no cumples esas metas, ese destino con el cual estabas comprometido y que haría feliz a mucha gente que esperaba lo mejor de ti, pero ¿realmente has perdido una noche de tu vida reflexionando?, caminando bajo la lluvia, condiciendo sin sentido ni destino, caminos hay muchos el que quieras recorrer y con quien es solo decisión tuya y no será ni mejor ni peor decisión, será tu decisión.
Muchas veces pensamos ¿realmente lo dicen por
nuestro bien?, pero ese por nuestro bien no se basa en razones prudentes, nadie
nace con un objetivo ni planes, creo que nos dejamos llevar demasiado por las
personas que nos quieren y realmente nos importan, a veces hay que dejarlo para
nosotros y cuando nos miremos sacar ese punto de vista y enseñárselo a esa
gente que nos quiere, ellos darán un punto de vista objetivo o una crítica
constructiva.
Ahora el punto es ¿Quiénes son esas personas
que nos quieren?, hay que saber priorizar, no por ser la persona que mejor te
trate va a ser la persona en la que debas confiar, ni viceversa, te equivocaras
al elegir, yo lo sé, ¡tú lo sabes!, me he equivocado al elegir ¿y qué?, no hay
malas experiencias, solo recuerdos dolorosos que no son superados, son
lecciones, y es que cuando alguien está dispuesto a ofrecerte su integridad tanto
temporal de tiempo como físicamente te empapas de esa persona y solemos
segarnos y nos dejamos llevar por ella, ¿Pero eso es perjudicial? Y pensaras, he
priorizado a esta persona sin que mereciese la pena. Y es que somos lo que
nuestra experiencia nos hace, así que prioriza con tu cabeza y los
sentimientos, no con los intereses.