Información en cualquier presentación traducida en conocimiento

viernes, 6 de febrero de 2015


Muchas personas al leer el titular de esta nota dirán “pero que pretende esto, resaltar algo que es más que obvio”, pero el cuestionamiento en este caso debería ser ¿En realidad se llegamos a sacar tanto provecho a un principio tan básico?, te aseguro que hasta las personas más cultas e “inteligentes” del mundo saben que esto nunca llega a ser explotado como se debería (aunque supongo que si todos lo hiciésemos por alguna u otra razón personas a día de hoy imprescindibles en algún lugar determinado ya no lo estarían).

Absolutamente todo en este mundo desde cualquier punto de vista es un contenedor de información que será buena o mala dependiendo de cómo se use, aunque he de aclarar que con esto que estoy diciendo no me refiero a que absolutamente todo el tiempo estemos analizando información ya que esto sí que serie una locura (una locura mala “evitemos los excesos”), a lo que si me refiero es al hecho de que debemos tener la capacidad de intuir cuales son los momentos específicos y propicios para obtener esa información que para una u otra situación pueda llegar a ser útil.

¿Pero cómo se logra esto? como absolutamente cualquier otra habilidad ¡practicando!, además he decir por experiencia propia que en esto no existen vías rápidas a menos de que dicha práctica la realices con mucha intensidad aunque de igual manera el tiempo será muy extenso. Si no tienes la costumbre de hacerlo te recomiendo hacerlo, créeme te será de gran ayuda en cualquier situación de la vida.