Muchas personas al leer el
titular de esta nota dirán “pero que pretende esto, resaltar algo que es más
que obvio”, pero el cuestionamiento en este caso debería ser ¿En realidad se
llegamos a sacar tanto provecho a un principio tan básico?, te aseguro que
hasta las personas más cultas e “inteligentes” del mundo saben que esto nunca
llega a ser explotado como se debería (aunque supongo que si todos lo hiciésemos
por alguna u otra razón personas a día de hoy imprescindibles en algún lugar
determinado ya no lo estarían).
Absolutamente todo en este
mundo desde cualquier punto de vista es un contenedor de información que será buena
o mala dependiendo de cómo se use, aunque he de aclarar que con esto que estoy
diciendo no me refiero a que absolutamente todo el tiempo estemos analizando información
ya que esto sí que serie una locura (una locura mala “evitemos los excesos”), a
lo que si me refiero es al hecho de que debemos tener la capacidad de intuir cuales
son los momentos específicos y propicios para obtener esa información que para
una u otra situación pueda llegar a ser útil.
¿Pero cómo se logra esto? como
absolutamente cualquier otra habilidad ¡practicando!, además he decir por
experiencia propia que en esto no existen vías rápidas a menos de que dicha práctica
la realices con mucha intensidad aunque de igual manera el tiempo será muy
extenso. Si no tienes la costumbre de hacerlo te recomiendo hacerlo, créeme te será
de gran ayuda en cualquier situación de la vida.